miércoles, 1 de abril de 2015

Los paradigmas de la educación


De nuevo vuelvo a mostraros otro vídeo de Sir Ken Robinson que no os podéis perder. En él explica de una forma increíble los modelos sobre los cuales se ha creado el sistema educativo actual y por qué hay que cambiarlo.

Además, en esta original presentación Ken Robinson incide en la idea de que estamos haciendo aprender a los niños con un sistema educativo creado para dar servicio a las necesidades de la Revolución Industrial. Y sin embargo, en la actualidad, las demandas de la sociedad son diferentes, y la colaboración y la interacción son clave. Por lo tanto, será fundamental que implantemos un modelo que permita a los niños aprender a hacer, aprender a ser creativos, aprender a colaborar, etc.

Las ideas que cabría señalar son: 

- Nos explica que “todos los países del mundo están reformando su educación pública, tomando en cuenta dos razones: la economía y la cultura”. La primera razón tiene como objetivo preparar a las personas para que en un futuro puedan sustentarse económicamente. Y la segunda razón, tiene como objetivo desempeñar la educación tomando como base la cultura de la sociedad. Tomando estas dos razones Ken Robinson, demuestra que para llegar a reformar el futuro educativo, la sociedad se basa en los métodos del pasado, separando de estatus intelectual a los niños “académicos” y “no académicos”. 

- Ken Robinson insiste en que poseemos una educación basada en lo industrial, ya que las escuelas están aún organizadas como si fueran líneas de montaje de las fábricas: toque de timbres, instalaciones separadas, materias especializadas y separadas, etc. Sostiene que “aún educamos a los niños en grupos, los ingresamos al sistema por grupos de edad. ¿Por qué hacemos eso? ¿Por qué ese supuesto de que lo más importante que los niños tienen en común es la edad? Es como si lo más importante fuera la fecha de fabricación”.

- También habla del TDAH, que lo denomina la “epidemia moderna”, que según él es ficticia. Nos cuenta que los niños se ven forzados a recibir medicamentos que les impiden gozar de su periodo de vida donde reciben más estimulación. Debido al “boom” de la tecnología y al surgimiento de nuevos aparatos, ellos se ven penalizados con el uso de medicamentos y la ampliación de métodos educativos que restringen el desarrollo divergente de los niños. Según Ken Robinson, “Estamos haciendo que los niños reciban la educación anestesiándolos, cuando debemos hacer los contrario, despertarlos y aprovechar el máximo de su rendimiento”. 

- Pero, ¿qué es el pensamiento divergente? De acuerdo con Sir Ken Robinson, el pensamiento divergente no es lo mismo que la creatividad, pero la ayuda, porque es una capacidad esencial para la creatividad. Es la habilidad de ver muchas posibles respuestas a una pregunta, de interpretarla de diferentes formas, de pensar, no sólo de forma lineal o convergente. 

- Ken Robinson afirma que debemos pensar diferente sobre la capacidad humana. Debemos superar esa vieja concepción sobre lo académico y lo no académico, abstracto, teórico, vocacional y ver lo que es: un mito. Y en segundo lugar, debemos reconocer que la mayoría del gran aprendizaje sucede en grupos, donde la colaboración es la fuente del crecimiento. 

- Además, señala que uno de los mayores problemas es la estandarización de las pruebas y de los planes de estudio, y que por lo tanto tenemos que ir en la dirección opuesta, es decir, un cambio del paradigma. 

- En definitiva, establece que debemos pensar diferente, que debemos superarnos del mito educativo que vivimos hoy en día, permitiendo una oportunidad a esos pensamientos divergentes y a la creatividad de la persona. 

Como conclusión:

Me cuesta entender por qué sigue dándose importancia tan solo a lo académico, a reconocer y elogiar en el sistema educativo a aquel alumno que aprueba unos exámenes cuyo fin es que memorice los contenidos y los “plante” sin ni siquiera encontrarles utilidad puesto que en uno años, o incluso antes, los habrá olvidado. Y a discriminar a aquel que no tiene éxito o que no destaca en las materias consideradas “importantes” como lengua y matemáticas. 

Relacionado con lo anterior, parece que en la escuela no hay cabida para la creatividad ni para el pensamiento divergente, tan solo se presta atención a lo académico, a los libros de texto y a cargar de un sin fin de deberes a los niños lo que provoca que desde pequeños estén desmotivados hacia el aprendizaje y no tengan ilusión alguna, algo que me parece alarmante. 

A pesar de que los niños viven en un mundo lleno de estímulos, donde las tecnologías están presentes en su día a día, son “penalizados” porque se distraen con todo esto. Por lo tanto, ¿en qué lugar queda la imaginación y la creatividad? Como ya mencioné antes, solo importa el conocimiento académico. 

Tras esto, me pregunto ¿de qué sirve cambiar la legislación educativa, si sigue siendo lo mismo pero con otro nombre? 

Debemos crear un modelo donde el alumno sea el protagonista y donde le permitamos desarrollar la creatividad y el pensamiento divergente, es decir, darles la oportunidad de cuestionar, de forma crítica, todo lo que aprenden, aceptar que nos den distintas respuestas a una pregunta, y lo que es más importante, que puedan pensar libremente, sin ningún tipo de influencia ideológica, política o de otra índole. 

Para concluir, plateo varios interrogantes: ¿realmente es posible cambiar la forma de que los niños adquieran sus conocimientos? ¿quién o quiénes lo pueden cambiar? ¿y cuándo?

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