jueves, 30 de abril de 2015

El paro y sus manifestaciones

En primer lugar, debemos conocer el significado de desempleo. El desempleo es el paro forzoso o la situación en que un trabajador no tiene ninguna ocupación laboral, es decir, es la situación forzosa de falta o pérdida de empleo, o la carencia de trabajo entre aquellas personas que desean tenerlo para acceder a unas cuotas aceptables de bienestar.

Las causas del paro en España son las siguientes: 

- Empleo de escasez y escasa solidez. España en 1992-1993 pasó de 12 a 19’2 millones de ocupados por lo que fue el país europeo que más empleo creó durante ese año. Sin embargo, este empleo era de baja calidad ya que estaba ligado a la “burbuja inmobiliaria” 

- Crecimiento demográfico y de la población activa. Durante los años 1996-2007 España aumento su población en 5 millones de personas atraídas por el fulgor de un crecimiento económico y necesitado de mano de obra. 

- “Burbuja” inmobiliaria. En España, hasta 2011, el 80% del empleo destruido procedía de la construcción. 

- Vivienda en propiedad. España es uno de los 16 países de la UE con más paro debido al mayor porcentaje de población que optó por la vivienda en propiedad y no por el alquiler. Las razones son varias: mayor endeudamiento familiar, excesiva concentración de la inversión y riesgos bancarios en el sector inmobiliario y más dificultades a la movilidad geográfica para aceptar un trabajo fuera del territorio de origen. 

- Tamaño de las empresas. El 80% del empleo en España depende de las pequeñas y medianas empresas y éstas son las más endebles y vulnerables en caso de una crisis económicas. Las empresas con más de 500 trabajadores son las que mejor aguantaron de la crisis en España y la mayoría de las 177.000 empresas desaparecidas entre 2008 y 2011 fueron pymes. 

- Plazos de demora en los pagos. La debilidad de la estructura financiera de las empresas de acrecienta porque España es el cuarto país de Europa con los plazos más dilatados de pago y con más retraso sobre los plazos convenidos por parte de las administraciones públicas y el tercero con las empresas que más tarde pagan sus facturas.

- Fracaso escolar y disfunción formativa. España tiene un gran déficit formativo en buena parte de su población y un exceso de sobrecualificación en el extremo contrario. Y el 80% de la destrucción de empleo se cebó en personas de baja cualificación. 

- Formación profesional y formación interna. En España solo el 33% de jóvenes estudian formación profesional. Las empresas tienden a ajustar más su capacidad en las crisis mediante despido cuanto menos cualificado es su personal y más básico es su negocio. Los países en los que más se buscan alternativas al despido son aquellos con más actividades con valor añadido y con personal muy cualificado y difícil de reponer. 

- Economía sumergida y corrupción; España es, con Grecia e Italia, uno de los tres países europeos con mas economía sumergida y fraude. España es el trigésimo país más corrupto de 170 y las empresas españolas son las segundas, tras las chinas, que más recurren al soborno para crecer en el mercado exterior.

MANIFESTACIONES DEL PARO

En el ámbito familiar

Los adultos como bien sabemos no son los únicos que sufren la situación de desempleo. Esta nueva situación puede afectar en algunos aspectos a nuestros hijos, a pesar de que no seamos conscientes de ello, como por ejemplo generar problemas emocionales y de conducta.

Muchos de los niños y niñas se sienten inseguros, experimentan miedos por lo que sucederá en el futuro y la preocupación del mal clima que puede acarrear eso en su ambiente familiar. Aunque cabe destacar que si el nivel económico es bajo y el niño o niña tiene que cambiarse de colegio o de barrio esta situación de angustia.

Hay que tener en cuenta además que, si la persona despedida es el cabeza de familia, puede producirse un cambio de roles. La mujer será entonces la encargada de traer el sustento principal a la casa y el hombre deberá ser quien se encargue de las labores domésticas, para las que puede no estar preparado. Todo esto puede provocar más tensión y ser fuente de discusiones. Por suerte, en nuestra sociedad estas distinciones son cada vez menores, por lo que es de esperar que la tensión por el cambio de roles sea cada vez menor. Sin embargo, en hombres mayores o con unos valores muy tradicionales, estos cambios pueden continuar suponiendo un problema grave, ya que considerarán que han perdido su papel como cabeza de familia y que sus valores como persona han quedado reducidos al no ser capaz de mantener a los suyos. A todo esto hay que sumarle la tensión que puede venir provocada por los problemas económicos. Si el desempleo se alarga en el tiempo y el dinero que entra en casa empieza a resultar escaso para afrontar los pagos familiares tales como la educación de los hijos o la hipoteca, la tensión aumentará, complicando el buen ambiente familiar.

En el ámbito escolar

La depresión y la angustia en el ámbito familiar puede llevarlos a niños y adolescentes a fracaso escolar, abuso de sustancias tóxicas, conductas sexuales de alto riesgo, problemas de salud física, dificultad en las relaciones sociales e incremento del riesgo de suicidio. Los niños de hoy han aprendido a crecer con la palabra “crisis” y con la palabra “paro”, y a la hora de hablar sobre sus familias no tienen ningún reparo en decir: “mi padre está en el paro o mi madre está en el paro”, es más, les parece normal. Actualmente, en las aulas de los colegios encontramos niños y niñas que tienen algún familiar cercano en paro.

Tras este exhaustivo análisis yo me pregunto: Como futuros docentes ¿sabríamos actuar si un alumno tiene ansiedad y depresión porque sus padres están en paro?

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