Del latín aequalĭtas, la igualdad es la correspondencia y proporción resultante de muchas partes que componen un todo uniforme. El término permite nombrar a la conformidad de algo con otra cosa en su forma, cantidad, calidad o naturaleza.
Podemos distinguir varios tipos de igualdad, yo voy a centrarme en describir algunas como son: la igualdad social, igualdad de género, igualdad de oportunidades, igualdad salarial, igualdad de razas y la igualdad ante la ley. Todas ellas están especialmente relacionadas entre sí.
Se conoce como igualdad social al contexto o situación donde las personas tienen los mismos derechos y las mismas oportunidades en un determinado aspecto o a nivel general.
La igualdad de género hace referencia a estandarizar las oportunidades existentes de modo tal que puedan repartirse de manera justa entre hombres y mujeres.
Por otro lado tenemos la igualdad de oportunidades. Con ella lo que se establece es, que para que una sociedad tenga un sistema justo, este debe permitir que todos los individuos tengan que tener los mismos derechos políticos y civiles. Pero no sólo eso, además todos tienen que contar con idénticas posibilidades para poder acceder a lo que sería el bienestar social.
No obstante, además establece la igualdad de ambos géneros en los distintos medios de comunicación, protege a los trabajadores del acoso sexual y aboga por la igualdad a la hora de poder acceder tanto a un empleo como en materia de formación, de condiciones de trabajo o de promoción profesional.
Aquí cobra especial importancia el término igualdad salarial. Bajo dicha denominación se establece que todos los individuos que realizan trabajos similares deben percibir el mismo sueldo independientemente de su sexo, su raza, su religión, su nacionalidad o su orientación sexual. Si este no se produce queda claro que lo que se está estableciendo es una discriminación latente y palpable.
La igualdad de razas es otra forma de igualdad: esta noción sostiene que todas las personas deben gozar de los mismos derechos para que no exista la discriminación. En Sudáfrica, en la época del apartheid, no se cumplía con la igualdad de razas y la población negra era explotada por los blancos.
La igualdad ante la ley es un principio que reconoce que todos los ciudadanos tienen capacidad para los mismos derechos. Resulta evidente que, si no hay igualdad de razas, no existe la igualdad ante la ley. Este concepto también supone que la Justicia no prejuzga.
Para concluir el tema, y a modo de reflexión, me quedo con una frase que dijo William Faulkner, narrador y poeta estadounidense, sobre la igualdad. La frase decía así: "Vivir en cualquier parte del mundo hoy y estar contra la igualdad por motivo de raza o de color es como vivir en Alaska y estar contra la nieve".
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