viernes, 13 de marzo de 2015

Las escuelas, ¿matan la creatividad?

En mi corto recorrido como estudiante de magisterio, han sido varias veces las que he visto este vídeo tan interesante que quiero compartir. Se trata de una conferencia del experto en creatividad e innovación, Sir Ken Robinson. En él trata la importancia de la creatividad para los retos de nuestro siglo. Robinson deja una idea clara: debemos crear un sistema educativo que nutra la creatividad.




Me gustaría destacar algunas ideas que me parecen relevantes y que me ayudan a comprender por qué falla la escuela.

Robinson, destaca tres temas relacionados con la educación:

- La extraordinaria evidencia creativa del ser humano.

- El no saber qué va a pasar en un futuro, ni siquiera inmediato y, sin embargo, estamos formando y educando a los niños para ese futuro.

- La extraordinaria capacidad que tienen los niños para innovar, la cual se está desperdiciando.


Creo que nadie puede dudar de que todos los niños tienen un tremendo talento que no es aprovechado, sino todo lo contrario.

Y una razón puede ser debida a que en la escuela presta más atención a lo académico, a que el niño apruebe unos exámenes, apartándole descaradamente de aquello que le gusta, como puede ser el arte, la música o la danza, con el argumento de que eso no le servirá para conseguir un trabajo cuando sea adulto. Esto tiene como consecuencia el no poder sacarle partido al gran talento y creatividad de los niños, lo que nos lleva a que el niño no se sienta valorado o que perciba que no destaca en nada. Algo que creo que debería alarmarnos y plantearnos que algo va mal.

El resultado es que estamos educando a los niños fuera de sus capacidades creativas. No tenemos en cuenta, como señala Robinson, que la creatividad es tan importante en la educación como la alfabetización, y debemos tratarla con la misma importancia.

Por otro lado, en un primer momento, los niños no tienen miedo a equivocarse, pero en el sistema educativo el error es lo peor que el niño puede hacer, lo único que conseguiremos con esto es que los niños cuando lleguen a ser adultos, hayan perdido esa capacidad y no estén preparados para equivocarse, de modo que nunca llegarán a hacer nada original, no se atreverán, por miedo a cometer un error.

En relación con la inteligencia, Robinson señala tres aspectos:

- Es diversa: pensamos el mundo en todas las formas en que experimentamos (pensamos visualmente, en sonidos, incluso en cuanto al movimiento)

- Es dinámica: el cerebro no está dividido en compartimentos. Todo él interactúa para crear, exponer, imaginar. De hecho, la creatividad, la cual define como “el proceso de tener ideas originales que tienen valor”, la mayoría de las veces no se logra sino por medio de la interacción de diferentes formas disciplinarias de ver las cosas.

- Es distintiva: hay que moverse para pensar.


Por otra parte, Robinson sostiene que debemos adoptar una nueva concepción de la ecología humana, una en la que empezamos a reconstituir nuestra concepción de la riqueza de la capacidad humana. Nuestro sistema educativo ha socavado nuestras mentes de la misma forma que hemos socavado la tierra, para un determinado producto, y para el futuro, ya no nos servirá.

Por lo tanto, nuestra tarea con los niños debe ser educar a la totalidad de su ser, para que puedan enfrentarse a todas las situaciones que se les presenten en un futuro, permitirles hacer aquello que les gusta, que sean felices. Si no hacemos esto, puede que nuestra labor en la escuela no haya servido de nada.

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